Experiencia de Voluntariado en Togo

Durante dos semanas del 4 al 19 de noviembre del 2016 tuve la oportunidad de viajar como voluntaria de la Fundación Amaranta dentro del proyecto “Oasis contra la trata” que la Fundación lleva a cabo en Togo, África.

Ha sido tiempo de descubrimiento, encuentro y aprendizaje, conviviendo con las jóvenes que forman parte del proyecto y con las hermanas que coordinan y realizan el programa socioeducativo, desde el primer día me sentí súper acogida por todas, participando en sus rutinas diarias de escuela, talleres y tareas de la casa Micaela, que consistía en el cuidado de animales y plantas, que forman parte de este oasis que han creado con gran esfuerzo, motivación e ilusión las hermanas Pilar y Beatriz con el apoyo de la Fundación Amamanta y la congregación de Hermanas Adoratrices.

África me enamoro con su luz, sus colores y sobre todo su gente, miradas de curiosidad y de sorpresa, sonrisas llenas de sinceridad y alegría a pesar de las dificultades.

Durante mi estancia además de participar en las actividades diarias de la casa y taller realice varias actividades educativas utilizando el arte como medio de conocimiento y desarrollo con el grupo de jóvenes que viven y estudian en la casa y taller Micaela. A través de la pintura las chicas mostraron elementos de su cultura, se sorprendieron utilizando pinturas acrílicas, aprendiendo técnicas de collage con revistas y telas, se relajaron pintando al ritmo de la música, reflexionando sobre su identidad individual, femenina y cultural. Otra actividad que realice fue un taller de fotografía, la cámara se convirtió en un medio de juego, descubrimiento y comunicación, para muchas de ellas era la primera vez que tenían acceso a una cámara por lo que la actividad tuvo una gran acogida. Fue un momento mágico para todas aún sin ver las imágenes recuerdo sus sonrisas tras la cámara y su sorpresa al verse. En este tiempo he realizado un reportaje fotográfico del proyecto para que la Fundación pueda dar a conocer la labor social que allí realizan y sensibilizar sobre otras realidades.

Una experiencia que me ha permitido conocer un poquito de África, una cultura diferente donde descubres nuevas formas de ver y sentir la vida, aprendes a valorar y a darte cuenta que no nos hace falta mucho para ser felices.

Alicia Conde de Vega

MÁS NOTICIAS